Un día, por la noche...
... paseando cerca de un río, me contó esta historia, la historia de las estrellas fugaces. No soy muy debota, de echo, no creo en casi nada, pero la historia me hizo gracia, y se quedó dentro de mi memoria hasta quien sabe cuando...
En una época muy remota, Dios era un astro q reinaba en la esfera más alta del universo y sin duda tenía mucho orgulo. Había allá arriba algunos astros semejantes a él, aunq no tan poderosos, y éstos, un día se unieron para derribar del trono al gran Dios del espacio e intentaron abandonar la órbita q les obligaba a dar vueltas a su alrededor, pero al descubrir esta conspiración Dios montó en cólera, la cual produjo una inmensa explosión q destrozó a las estrellas rebeldes, cuyos fragmentos incandescentes fueron condenados a vagar perdidos de noche en el cielo para siempre. Esas ascuas son demonios. Tienen nombre hermosos. Uno se llama Luzbel o portador de la lumbre. Otro es Belcebú, príncipe de las tinieblas. También está Satanás, el q predica la belleza de la perversión. Hay muchos más: Iblis, Malik, Belial, Abbadón... Van fugaces y errantes por el firmamento en una eterna caída hacia el abismo y, en tierra, sus espíritus habñan en boca de ciertos reptiles. Sus palabras son siempre maravillosas y mortíferas...
En una época muy remota, Dios era un astro q reinaba en la esfera más alta del universo y sin duda tenía mucho orgulo. Había allá arriba algunos astros semejantes a él, aunq no tan poderosos, y éstos, un día se unieron para derribar del trono al gran Dios del espacio e intentaron abandonar la órbita q les obligaba a dar vueltas a su alrededor, pero al descubrir esta conspiración Dios montó en cólera, la cual produjo una inmensa explosión q destrozó a las estrellas rebeldes, cuyos fragmentos incandescentes fueron condenados a vagar perdidos de noche en el cielo para siempre. Esas ascuas son demonios. Tienen nombre hermosos. Uno se llama Luzbel o portador de la lumbre. Otro es Belcebú, príncipe de las tinieblas. También está Satanás, el q predica la belleza de la perversión. Hay muchos más: Iblis, Malik, Belial, Abbadón... Van fugaces y errantes por el firmamento en una eterna caída hacia el abismo y, en tierra, sus espíritus habñan en boca de ciertos reptiles. Sus palabras son siempre maravillosas y mortíferas...
1 comentario
Kae de Shezare -
Pd. Tu pagina esta chidisima¡¡¡¡